Es notorio el cambio que debe ejercerse en las desprestigiadas instituciones estatales, la propuesta de Gran Transformación del presidente Ollanta Humala cuando estaba en campaña sin duda animó y sembró en los peruanos una esperanza que poco a poco va encontrando viabilidad, como la proyección de incluir a todas las regiones del país a un plan único educativo, que si bien puede sonar obvio (porque el Estado está en el deber de impartir conocimiento para todo el Perú) esta vez parece tener un tono más real y comprometido.

Patricia Salas O’Brien, Ministra de Educación, ha sostenido en estos días, la última el día de ayer, reuniones con las distintas autoridades regionales para tratar la labor en red que exige este rubro en nuestra realidad.

Un plan que no se basa en una propaganda política de “El Perú Avanza” y no lo hace, o de crear un programa como PRONAMA que le sirvió al gobierno anterior como caballito de batalla para “alfabetizar” a los peruanos y así ser reconocidos como un país libre de esta adversidad social, y que ahora nadie lo resalta porque no ha sucedido.

El actual MINEDU apunta a fijar metas regionales a 2016 y garantizar recursos que permitan aprendizajes de calidad para todos los estudiantes y elaborar el plan estratégico del sector Educación; se buscará construir un marco curricular nacional y un currículo regional pertinente, y se realizará un censo que permita contar con información respecto a las necesidades de mantenimiento, reparación, reposición, ampliación o nueva infraestructura educativa.

Sin bacilar, este discurso puede llenarnos los ojos como para decir que algún cambio existirá, que hay preocupación de las autoridades para que esto suceda. Es probable que las propuestas suenen reiterativas, para los adultos mayores sobre todo, pero esto es distinto respecto al gobierno de Alan García donde era más común ver su rostro en los anuncios publicitarios que niños o jóvenes alfabetizados, o que apostar por un Colegio Mayor que reúna a los alumnos más destacados antes de volver más competentes a los profesores y serias a las escuelas en su proceder cotidiano.

Se puede agregar que para la implementación y seguimiento de los acuerdos se formará un equipo técnico coordinado por la jefatura de la oficina de coordinación regional del Ministerio de Educación y las gerencias regionales de Desarrollo Social y de Educación.

Lo que hace este columnista no es creer al pie de la letra el discurso presentado líneas atrás sobre el Ministerio de Educación, pero es imposible evitar pensar que algún gobierno tomará en serio su trabajo y mejorará las condiciones en las que nos encontramos. Y si es el de Humala el oportuno, pues bienvenido sea.