Tenemos su palabra, señor.
El día de ayer en Bagua, nuestro ‘comandante’ Ollanta Humala promulgó la Ley de Consulta Previa a Pueblos Nativos u Originarios, nunca faltándole ese repudiable acento militar con el que nos estuvo acostumbrado desde la campaña presidencial de 2006. Aún escucho sus tan mandonas palabras hacia los jóvenes ‘charapas’ para que se integren al (su) Ejército, “Y en lugar de estar tirando trago, vayan a servir al cuartel para comenzar a construir patria” ¡¿Qué carajo?!
(Foto: Web)
La vergüenza me embargó de la misma forma que cuando me enteré que este soldado era nuestro nuevo presidente, por culpa de los ‘caviarones’ que piensan que Humala es el destinado a cambiar el país. Qué será de esos que dicen llamarse intelectuales y ven en la ‘arepa venezolana’ un representante de sus ideas cuando se suelta en un discurso y su visión no va más allá de lo cuarteles como futuro para los jóvenes. ¿Este es un camino para la inclusión social que tanto prostituyen? Ahora me queda claro que el ‘comandante’ no maneja su cuenta de Twitter ¡Ja! Que necesita de sus asesores para que amordacen los comentarios que en realidad quieren salir de su boca y suenen estos más parcos e “integristas”.
Parece que Ollantita no pierde la esencia propia del ‘milico’ de señalar con el dedo la dirección en la que quiere que vaya un individuo, como su Premier Lerner que ya pidió ‘chepa’ y ahora descansa en el mueble de su casa, por hacer la cantaleta, junto con los demás subordinados, de salir en tv en el Congreso y hacer una presentación “formal” del gabinete que más pintaba para foto que para algo novedoso.
A ver si los baguarinos reciben lo que merecen con esta Ley que aún falta ser reglamentada, pero de las expresiones de ayer nos enteramos que está más cerca el servicio militar obligatorio. Por qué dudarlo si el presidente nos “dio su palabra”. Sólo falta que El Peruano, así como publica las normas legisladas en el Congreso, y en esta semana anunciara con bombos y platillos el viaje de los ‘otorongos’ a Ica, no decline en su tan tendenciosa postura de alabar cada acto del oficialismo.
